Liturgia de las horas

Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. 

HIMNO

Este mundo del hombre, en que él se afana
tras la felicidad que tanto ansía,
tú lo vistes, Señor, de luz temprana
y de radiante sol al mediodía.
 
Así el poder de tu presencia encierra
el secreto más hondo de esta vida;
un nuevo cielo y una nueva tierra
colmarán nuestro anhelo sin medida.
 
Poderoso Señor de nuestra historia,
no tardes en venir gloriosamente;
tu luz resplandeciente y tu victoria
inunden nuestra vida eternamente. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. El Señor apareció transfigurado entre Moisés y Elías: así recibió el testimonio de la ley y de los profetas.

Salmo 118, 49-56
VII (Zain) 

Recuerda la palabra que diste a tu siervo, 
de la que hiciste mi esperanza; 
éste es mi consuelo en la aflicción: 
que tu promesa me da vida; 
los insolentes me insultan sin parar, 
pero yo no me aparto de tus mandatos. 

Recordando tus antiguos mandamientos, 
Señor, quedé consolado; 
sentí indignación ante los malvados, 
que abandonan tu voluntad; 
tus leyes eran mi canción 
en tierra extranjera. 

De noche pronuncio tu nombre, 
Señor, y, velando, tus preceptos; 
esto es lo que a mí me toca: 
guardar tus decretos. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén. 

Ant. El Señor apareció transfigurado entre Moisés y Elías: así recibió el testimonio de la ley y de los profetas.

Ant. 2. El Señor Dios, nuestro Salvador, ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el Evangelio.

Salmo 52
NECEDAD DE LOS PECADORES
Todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios (Rm 3, 23). 

Dice el necio para sí; 
«No hay Dios.» 
Se han corrompido cometiendo execraciones, 
no hay quien obre bien. 

Dios observa desde el cielo 
a los hijos de Adán, 
para ver si hay alguno sensato 
que busque a Dios. 

Todos se extravían 
igualmente obstinados, 
no hay uno que obre bien, 
ni uno solo. 

Pero ¿no aprenderán los malhechores 
que devoran a mi pueblo como pan 
y no invocan al Señor? 

Pues temblarán de espanto, 
porque Dios esparce los huesos del agresor, 
y serán derrotados, 
porque Dios los rechaza. 

¡Ojalá venga desde Sión 
la salvación de Israel! 
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo, 
se alegrará Jacob y gozará Israel. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén. 

Ant. El Señor Dios, nuestro Salvador, ha hecho brillar la vida y la inmortalidad por el Evangelio.

Ant. 3. Al oír la voz del Padre, los discípulos cayeron sobre sus rostros, sobrecogidos de temor.

Salmo 53, 3-6. 8-9
PETICIÓN DE AUXILIO
El profeta pide verse libre de sus enemigos por el nombre del Señor (Casiodoro). 

Oh Dios, sálvame por tu nombre, 
sal por mí con tu poder. 
Oh Dios, escucha mi súplica, 
atiende a mis palabras; 

porque unos insolentes se alzan contra mí, 
y hombres violentos me persiguen a muerte; 
sin tener presente a Dios. 

Pero Dios es mi auxilio, 
el Señor sostiene mi vida. 

Te ofreceré un sacrificio voluntario, 
dando gracias a tu nombre, que es bueno; 
porque me libraste del peligro, 
y he visto la derrota de mis enemigos. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
por los siglos de los siglos. Amén. 

Ant. Al oír la voz del Padre, los discípulos cayeron sobre sus rostros, sobrecogidos de temor.

TERCIA

LECTURA BREVE Ex 19, 9

El Señor dijo a Moisés: «Voy a acercarme a ti en una densa nube, para que el pueblo pueda escuchar lo que te digo y te crea en adelante.»

V. Eres el más bello de los hombres.
R. En tus labios se derrama la gracia.

ORACIÓN

Oh Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el Predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. 

SEXTA

LECTURA BREVE Ex 33, 9. 11

En cuanto Moisés entraba en la Tienda de Reunión, la columna de nube bajaba y se quedaba a la entrada de la Tienda, mientras él hablaba con el Señor, y el Señor hablaba con Moisés. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo.

V. Contemplad al Señor y quedaréis radiantes.
R. Vuestro rostro no se avergonzará.

ORACIÓN

Oh Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el Predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. 

NONA

LECTURA BREVE 2 Co 3, 18

Todos nosotros, reflejando como en un espejo en nuestro rostro descubierto la gloria del Señor, nos vamos transformando en su propia imagen, hacia una gloria cada vez mayor, por la acción del Señor, que es Espíritu.

V. En ti, Señor, está la fuente viva.
R. Y tu luz nos hace ver la luz.

ORACIÓN

Oh Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el Predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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